¿Qué tipos de suelo urbano existen?

Básicamente, existen dos tipos de suelo en una localidad: suelo urbano y suelo rural. En este post nos vamos a centrar en la clasificación de suelo urbano y sus usos. Es importante conocer el tipo de suelo vinculado al inmueble que tenemos porque de ello dependerán las condiciones fiscales y el aprovechamiento de los servicios urbanos. Además, el uso permitido también nos puede condicionar. ¡Veamos!

Tipos de suelo urbano

El suelo urbano se distingue del rural porque está localizado dentro de un núcleo de población. Además, cuenta con los conocidos servicios urbanísticos y las edificaciones que se encuentran en él están construidas en base a la legislación urbanística de la comunidad autónoma donde se ubican. Pero, ¿qué clases de suelo urbano nos podemos encontrar?

Urbanizado

Hablamos del suelo donde ya se ha incluido un inmueble que está integrado legalmente en la red de servicios urbanos de la población: agua, saneamiento, acceso vial y electricidad. A su vez, el suelo urbanizado se divide en otros dos tipos de suelo:

  • Consolidado: cuando no requiere grandes obras para acceder a los servicios urbanísticos.
  • No consolidado: cuando necesita obras de urbanización. En este tipo de suelo se incluyen aquellos antiguos que suelen ubicarse en las periferias que necesitan adaptación a los nuevos servicios urbanísticos.

Urbanizable

Es aquel suelo no urbanizado pero que puede convertirse en urbano. Y, puede haber dos tipos de suelo urbanizable:

  • Delimitado: requiere una larga transformación hasta convertirse en urbano.
  • No delimitado o sectorizado: se puede urbanizar en un corto periodo de tiempo.

No urbanizable

El suelo no urbanizable es aquel que no puede ser urbanizado según la normativa. En este caso, también podemos encontrar dos clases:

  • Protegido, ya sea por razones ambientales o paisajísticas.
  • Inadecuado para el desarrollo urbano, como por ejemplo los suelos que se inundan con facilidad.

Cabe destacar, por un lado, que la Comunidad Autónoma es quien decide si el suelo es urbano, así como la clase concreta a la que pertenece. Y, por otro lado, todo suelo urbano está sujeto a la liquidación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la Plusvalía, desde el punto de vista fiscal. Estos impuestos son motivo de controversia para aquellos suelos no urbanizables, ya que difícilmente pueden disfrutar de los servicios urbanísticos de la localidad.

Usos del suelo urbano

Si quieres conocer el uso del suelo que le puedes dar a un determinado inmueble, lo mejor es que te dirijas al Ayuntamiento de la localidad. Allí te informarán con precisión sobre el destino permitido. Generalmente, los usos del suelo se pueden clasificar de la siguiente manera:

Público

Cuando el suelo es de uso público se aprovecha el espacio para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la localidad en cuestión. Habitualmente los suelos de uso público son propiedad del Ayuntamiento. Por ejemplo, en ellos puede haber instalaciones y redes de servicios, espacios libres y equipamiento comunitario como colegios, centros culturales, hospitales, polideportivos, etc.

Privado

Los suelos de uso privado son aquellos de propiedad y gestión privada. Y, a su vez, el uso privado puede dividirse en dos:

  • Residencial: cuando se destina a vivienda, ya sea unifamiliar o colectiva. Este uso privado incluye residencias comunitarias y alojamientos turísticos.
  • Económico: se considera uso privado económico todo aquel que sea distinto de vivienda. En los suelos de este tipo nos podemos encontrar industrias, almacenes, comercios y prestación de servicios.

¿Tienes dudas sobre la clase de suelo a la que pertenece un inmueble concreto? Visitando la Sede Electrónica del Catastro puedes visualizar si se trata de terreno urbano o rural y cual es su uso principal.