Si estás pensando en hacer una renovación en casa, puede que el suelo sea uno de los elementos en los que necesites una reforma en casa. Es importante que te informes bien de las clases de pavimento que existen antes de elegir. Te los presentamos a continuación.
Clases de pavimento: usos y características
Sin saber nada sobre clases de pavimento puede que te dejes llevar simplemente por la estética. Sin embargo, también debes tener en cuenta si las características del material se adaptan al uso que le vayas a dar, la orientación del inmueble y el clima del lugar donde se encuentra ubicado. ¡Toma nota!
Suelos para el interior de una vivienda
En primer lugar, te traemos las clases de suelo que normalmente se instalan en el interior de las viviendas de uso común:
- Parqué
Los suelos de parqué están elaborados siempre a partir de una madera noble que suele ser roble pero también puede ser castaño, cerezo, haya etc. Este tipo de suelo es perfecto para viviendas situadas en climas fríos, ya que aporta gran calidez. Sin embargo, es mejor evitarlo si vas a vivir en una zona rodeada por un ambiente húmedo, ya que ésta podría hinchar la madera y estropear el suelo. Y, por lo mismo está desaconsejado el uso de suelos de parqué en baños y cocinas.
- Tarima
La tarima es un pavimento de un material elaborado a partir de resinas y derivados de la madera. A menudo se instala a unos centímetros sobre el suelo original, creando una cámara de aire que sirve para aislar tanto el frío como el calor. La capa externa tiene un acabado de gran dureza que imita con frecuencia a la propia madera o a otros elementos naturales. Es más económico que el parqué y los usos de este suelo son similares con la diferencia de que la tarima es con frecuencia aún más sensible a la humedad.
- Suelo cerámico o de gres
Las plaquetas de cerámica se adaptan muy bien a cualquier entorno, incluidos baños y cocinas debido a su alta resistencia a la humedad, las manchas, los productos químicos, al fuego, al frío y a la electricidad. Esta clase de suelo cuenta con una gran durabilidad y existen infinidad de formas y colores.
- Suelo porcelánico
El suelo porcelánico es en realidad una clase de suelo cerámico pero fabricado a altas temperaturas, lo que lo convierte en un pavimento muy resistente, aislante y prácticamente impermeable. El suelo porcelánico es capaz de imitar otros materiales más caros como la piedra, la madera o el mármol. Su desventaja sobre el gres es su precio, que aún puede encarecerse más debido a que necesita una cola especial para su instalación.
- Vinílico o PVC
El uso del suelo vinílico o de PVC se ha extendido en los últimos años debido a su económico precio y fácil colocación. Estos suelos son resistentes a la humedad, grandes aislantes térmicos y eléctricos. Sin embargo, al ser de un material plástico no son biodegradables y pueden decolorarse fácilmente con la luz solar directa.
Suelos de exterior
Las clases de suelo que recomendamos para el exterior también pueden incluirse en el interior de cualquier vivienda o local. Sin embargo, sus características los hacen ideales para zonas al aire libre como patios, jardines o terrazas.
- Piedra natural
Existen infinidad de piedras que puedes elegir para el suelo: mármol, granito, pizarra, caliza, etc. Es la opción más resistente, su mantenimiento es muy sencillo, aunque puede haber pequeñas variaciones dependiendo de la piedra que elijas. Por otro lado, tienes a tu disposición infinidad de acabados par darle el toque estético que desees a tu vivienda. La desventaja principal es que su coste suele ser elevado.
- Suelos de barro
Los suelos de barro tienen alta resistencia y durabilidad. Están especialmente recomendados para exterior y para zonas de paso como portales de entrada o pasillos. Además aportan calidad y son muy apropiados si quieres vestir tu vivienda al estilo rústico o vintage. Puedes encontrar baldosas con una gran variedad de formas: cuadrada, rectangular, hexagonal u octogonal.
- Suelo de cemento pulido o microcemento
Los suelos de este material son impermeables y antideslizantes que aguantan muy bien el paso del tiempo ya que rara vez se agrietan o se fisuran. Sin embargo, deberás evitar el uso de lejía y otros productos abrasivos. Además se puede rayar con facilidad por lo que se recomienda utilizar protectores en las patas del mobiliario del jardín.
Pavimentos industriales
Un suelo o pavimento industrial es aquel que están diseñado para soportar la actividad que puede desarrollarse en una fábrica, oficina o almacén. Los pavimentos industriales son continuos, es decir, se instalan sin juntas para evitar la acumulación de suciedad, facilitar el movimiento al máximo y prevenir tropiezos.
- Suelos de resina epoxi
Estos suelos permiten disfrutar de acabados continuos muy diversos. Entre sus características destacan la impermeabilidad, durabilidad y resistencia. Además pueden instalarse sobre todo tipo de materiales. Son muy fáciles de mantener y su apariencia es muy limpia y lisa, por lo que suelen utilizarse con frecuencia en hospitales y centros sanitarios.
- Suelos de poliuretano
La ventaja que tiene el poliuretano sobre la resina epoxi es que son más resistentes en el exterior y ante abrasivos. Por eso, esta clase de suelo es muy recomendada en aparcamientos, tanto subterráneos como exteriores, espacios de paso al aire libre o en cámaras de congelación, ya que son capaces de soportar incluso temperaturas de -130 grados centígrados.
- Suelos de poliuretano-cemento
Estos suelos están especialmente indicados para la industria química y alimentaria, ya que son capaces de resistir la actividad asociada a estos sectores. ¿Por qué? Presentan una gran resistencia a los químicos, al roce mecánico y a los cambios bruscos de temperatura. Igualmente también soportan con facilidad vapor a presión y cualquier tipo de producto de limpieza como desinfectantes.
- Suelos de alta planimetría
Los suelos de alta planimetría son perfectos para todo tipo de almacenes debido a que se puede conseguir una superficie plana y extensa con mucha facilidad con este material. Y, ésta es una característica muy valorada en los almacenes por la necesidad que tienen de contar con un suelo uniforme para calcular el espacio de almacenaje disponible de manera más exacta. Además, los suelos completamente llanos permiten transportar mercancías con mucha más facilidad y eficiencia.